domingo, 31 de enero de 2010

12. Proverbios 2


Conozco de tus desdichas hijo mío
la razón de tu frialdad
de tu desencanto
de tus fracasos
y encogimiento
a nada
Ínfimo entre los ínfimos
Pequeño como las ratas
Mugre
cucaracha
Levantaos

Salid del resumidero que te aplasta
y reduce
Yo estoy aquí para protegeoz
para limpaos
para multiplicaos
Aquí
Junto a tu padre, Dios
A mi derecha
Contemplad su belleza
Su luminosidad
Su respiro
Su sol
El de creador
de macho
de sostenedor
de sanador
Crecerás aquí
a nuestro lado
hijo mío
hijo cucaracha
como miliciano santo
de este ejército que
comienza su marcha triunfal
bajo las inexpugnables
armaduras de
Yavhe, tu Dios
el papá,
Por esto
entregaos a él y
te recompensará con
los botines del infierno que tanto te gustan
palabra de Dios
palabra de vida.

viernes, 22 de enero de 2010

11. Proverbio 1



Preparad a tus cercanos para la batalla final
Seremos la milicia victoriosa de Yavhé, tu Dios, el que limpiará al mundo
Lucharemos contra el mal con fusiles M-16 y Kaláshnikov
Con artes marciales
Con electricidad
Mataremos en el nombre de Dios
Como cruzados
Exterminaremos al enemigo
para nuestra salvación.

Habrá demonios en todas partes
Algunos adoptarán rostro de niños o embarazadas
Adoptarán rostro de abuelos y enfermos
Adoptarán rostro de drogadictos y vagabundos
Otros adoptarán rostro de pastores y profetizarán falsedades para su bien
Inventarán ángeles y profecías como si yo les hablara
Es gente que utiliza mi nombre para lucrar
Para su hedonismo
Para fornicar
Sin piedad con ellos.

Desenmascaraos con el fuego de sus armas pues el que a hierro mata a hierro muere
Todo quien no crea en Yavé es un demonio y merecerá el fuego
Limpiaremos este mundo de la escoria, de los comunistas, de los gitanos, judíos, homosexuales, narcotraficantes, resentidos sociales y prostitutas.
País por país, ciudad por ciudad, población por población, casa por casa.
Lo digo yo, el Dios de los ejércitos, Yavé tu Dios.

domingo, 17 de enero de 2010

10. Salmo 3



Probé la pasta base cuando estudiaba en Iquique. Segundo año medio en el metodista colegio inglés. Seguí por choreza. No me gustó. Buscaba otra cosa. Pensé en la droga como una manera de salir de este mundo, de alucinar y me encontré con eso.
La pasta base sólo era la sensación de un placer minúsculo. Un placer al fin y al cabo. Después ibas por más. Juntabas otro rato. Y así pegando rato a rato la gente se fue perdiendo. Consumiendo. Pobres almas débiles que caen en la droga condenó en un pastor en un diario. Como a los judíos en Auschwitz –por poner un caso- o los detenidos en Pisagua, a estos pastabaseros ni los rescató Jesús ni los ángeles ni nada.
He visto a muchos quedar semidesnutridos, como los espectros humanos de Auschwitz en poblaciones de Iquique y Antofagasta. Ellos quieren seguir hasta el placentero final. Debe ser exquisíto para ellos morir con la pipa en la boca.
También he visto a otros que trabajan y se asumen como funcionales justificando su drogadicción a pesar que su alrededor se esté cayendo a pedazos. Dan lástima sus cercanos, no ellos.


Tras la pasta base seguí con la flunitrazepan. Esa me gustó. No recordaba nada de lo que hacía después de una dosis. La droga perfecta para cometer un asesinato o para inducir a alguien a cometer un asesinato. Una droga para múltiples usos del hampa.
Sin medir las consecuencias, tenía 16 años, respondí la petición y le di una pastilla a una compañera de curso. A las dos horas la chica perdió la conciencia y después fue a dar al hospital. Por suerte se recuperó. Fue una reacción alérgica supe después. Tras esto me botaron del colegio pues, según ellos, la narcoticé para abusar de ella. A ella también la botaron. Obvio: un colegio evangélico no se podía dar el lujo de tener a estos alumnos en sus filas. Fue uno de los momentos más tristes de mi existencia pasar de Iquique a Antofagasta. Dejé a mi polola y una serie de amigos que según mi madre sólo me aportaban problemas, pero que a mi me hacían feliz. Con los años entendí a mi madre pues de lo contrario habría terminado en el hampa como muchos de ellos. Tal vez me habría manejado bien en el hampa, aunque me asumo cobarde para asumir asesinatos o cosas por el estilo. Tal vez habría sido narco.
Hoy soy amigo Facebook de la chica aquella. Su aspecto es deprimente. No sé como llegó a quedar minusválida.

Pienso que todos quienes ejercen la sumisión se apoyan de narcóticos -en el sentido amplio- para someter a los débiles.


Un diario de Antofagasta publicó una sugerente fotografía. Aparece una imagen difusa atribuida como un ángel en medio de un culto evangélico. Recuerdo un hecho parecido en un concierto de Quilapayún en Calama. Otra vez el grupo revivió la Cantata Santa María de Iquique -no se cansan de lucrar o de hacer memoria según como se mire-. Otra difusa fotografía sacada al grupo reveló una mancha blancuzca sobre el escenario. A alguien se le ocurrió que aquello era un fantasma. El diario aportó con la historia: el fantasma del capitán que dio la orden para acribillar a los obreros en la mayor matanza que se tenga registro en Chile. Es conocido que a los diarios les interesa más el impacto. Saben que cierto sector mayoritario de la población prefiere creer o por último tener algo que contar, mejor si es sorprendente. Culpemos a la recarga laboral.

“El bombardeo de información ligado al tema del consumo, a que nos digan qué necesitamos para estar bien, tener mejor calidad de vida, o ser correctos. Ahí aparece el formateo de los medios. Uno termina siendo pensado por los medios, cuando les creés como palabra autorizada. Ya no es la cura de la iglesia, ahora es el comunicador, la publicidad, el marketing. Terminan formateándote no sólo lo que pensás, sino también las emociones” (Pág 6, revista MU, Buenos Aires http://www.lavaca.org/).

Más vale la potencia de la imagen o el acto (fotografía o video) o la historia en si. Se busca el KO. Es más entretenido y cómodo creer que no creer.
Por esto muchas veces vemos los medios de comunicación inundados de porquería efectista. Se moldea a un consumidor tipo. El resultado de esto lo recogen los empresarios.
Ellos quieren creamos en la foto de los chicos lindos de Calvin Klein que aparece en la revista GQ.
Que creamos que por milagro en un mes vas a adelgazar como lo dice la chica reciclada de la serie Baywatch en el comercial a ese horario que nadie ve y que pasa la televisión por cable.
Que creamos en tal iglesia de los elegidos suceden milagros o aparecen ángeles o que Dios habla en la boca de otros.
Que creamos por fe.

Esto es repetido pero vale la pena insertarlo aquí: la sumisión (por complejo de inferioridad tanto físico, económico o sicológico) otorga poder. Jesús acoge a los débiles, a los niños (Marcos 10,13-16), a las mujeres marginadas por la sociedad (Luc as8, 2-3; 10, 38-42; 13,10-17).
La iglesia de Dios acoge a los débiles.


Antes fue la perfección de los ángeles y cristos de Miguel Angel, hoy son los perfectos cuerpos de los chicos, más bien adolescentes. La belleza pasó a la adolescencia –basta revisar la película “Luna Nueva”-. En este contexto de marketing Cristo debería hoy presentarse como un adolescente, un chico de "Luna Nueva" o "Crepúsculo". El efecto sería poderoso. Tal vez sea necesario un Cristo Pop.

Una recordada imagen de Cristo –aquella anoréxica y castigada de la cruz- sirvió de marketing religioso a finales de los años 70 y principios de los años 80. Cristo aclaró su piel para Hollywood de la mano de Franco Zeffirelli. El actor Robert Powell personificó al Cristo de la Guerra Fría. La película calzó en aquellos días de misiles apocalípticos. Cerca de este 2012 –donde el marketing ya anunció el fin de los tiempos- aparecerán ángeles y otras especies del mejor realismo mágico.

Recuerdo a Koresh y los davidianos. Aquella masacre de Waco, Texas, que trajo la televisión en 1993. Fue un espectáculo. Todo el mundo habló de sectas, dementes y apocalipsis. Sin apocalipsis no habría cristianismo. La gente se somete por temor.
Koresh y sus seguidores murieron en su ley. Más bien se inmolaron in the name of God. Como sucede en estos casos, los davidianos interpretaron La Biblia a su modo y creyeron que eran los escogidos en los postreros últimos días. La diferencias de estos con otros, es que estos se prepararon con M-16 para pelear en el apocalipsis.

sábado, 9 de enero de 2010

9. Salmo 2


Casi un año pasó desde el último post. En el medio hubo intentos frustrados. A veces no se está en sintonía y punto. Escribo esto desde el mismo lugar y en el mismo computador donde partí. El teclado está más gastado en especial la letra F. Mi hija está a punto de aprender a leer. Me habría preguntado sobre las palabras que empiezan con F. Feo, habría dicho. Fome, habría continuado.
¿Qué es fatalidad papá?
La mala suerte de tu abuela hija.
La mala suerte de mi madre comenzó cuando mi padre la dejó en Buenos Aires, 1975, con los pasajes comprados para irse a París. Autoexiliados. Mi padre había sido torturado por los milicos argentinos. Lo confundieron con montonero. Decidió irse solo.
Mi madre regresó conmigo a Antofagasta en 1977 y de ahí se cobijó bajo mi abuelo. Mi abuelo nos protegió. No quiso que mi madre trabajara y a mí me ubicó en el colegio más caro de Antofagasta. El problema –y como ya lo escribí en post anteriores- es que mi abuelo murió de cáncer en 1984. De ahí en adelante varias pellejerías económica, o más bien asumir que ya no éramos protegidos: la realidad misma.
Después de rodar por alrededor de 30 años en los caminos de la mala fortuna mi madre por fin encontró a Dios. Lo entiendo como el temor a la muerte. Tiene 62 años y algo deteriorada por la diabetes aunque mantiene el refrigerador con helados y dulces. Dice que el dulce la estabiliza. Imposible convencerla de lo contrario.
En el último tiempo hemos discutido por Dios. Mis pariente, todos evangélicos –de estas nuevas iglesias de nombres de manual de marketing como “Dios te llama” y cuyas reuniones parecen una clase de aeróbica-, la convencieron que Dios es el único camino y no hay más. Hace 30 años mi mamá pensó lo mismo del Mir. Mi padre era mirista y todavía lo es. El Mir es el único camino para un proyecto revolucionario en Chile.
Si no estás con los hermanos no existes. Si no crees en Dios, eres una criaturilla comparable a cualquier animal. Y claro andas como animal por el mundo satisfaciendo tus instintos. Es decir desde que se transformó en una hija de Dios, mi madre de un rato para otro condenó mi actual vida. No creo necesario describir la que mi madre llama "mi actual vida". Antes le era indiferente. En este escalón que subió –mi otros parientes andan varios peldaños para arriba cerca de la puerta de la eternidad y esas cosas- me miró hacia abajo. Yo no ando en el sótano mamá, le dije recalcando mamá con cierta entonación de reggaetonero.
Tal vez si pasara a su mundo las cosas serían distintas. Trato de hacerlo a veces cuando almorzamos. Para ella es burla cuando discurseo como predicador evangélico y mando a todo el mundo al infierno que es como mandar todo el mundo a la mierda.

La prima de mi mamá anda dos escalones más arriba. El otro día dijo –fuerte para que yo escuchara- que la Biblia indicaba en esos capítulos terminados en "senses" que escribió el apóstol Pablo -el Stephen King de la Biblia-, estaba escrito -lo dijo con solemnidad- todo lo que estaba ocurriendo ahora en el mundo. Ese cuento lo vengo escuchando desde los años 80, desde que tengo uso y razón. Lo dijo como gran cosa. Así como un KO. Yo los había leído antes aquello y los entendí como una manera de someter por miedo a los creyentes. Nada más. A nadie le gustaría morir quemado vivo.
Para mi mamá y mi tía el infierno está más presente que nunca. También el poder de Satanás, el maldito.
Dijo la tía –con la seguridad de una cleptómana- que Dios no tendría misericordia ni menos miraría a quienes en el minuto del juicio final querrían arrepentirse después de haberlo negado u haberlo ofendido, o haber cometido terribles crímenes como:... . Mi tía es pinochetista. Entonces Dios perdonará a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad. Mi tía como mi familia también simpatizan con la derecha. Aquello es otro tema, aunque da para un post completo –lo escribiré más adelante- sobre la ecuación neoliberal: obreros cristianos (supuestamente no te van a robar) + una inversión que no contradiga normas éticas y morales + compradores de la misma iglesia = negocio redondo. Y si el patrón abusa, simplemente lo tentó el diablo. Todo esto sería una Red de Empresarios Cristianos. Y existen.
La apostasía es tema para mi familia. Hay un par de versículos decidores sobre esto. Aquí van: En 2ª Tesalonicenses 2:3 leemos: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá (el Señor) sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”
Cuando fue escrito aquello, ya decían que venían los últimos tiempos. Mi tía confirma los últimos tiempos cuando por la tele aparecen los casamientos homosexuales en Buenos Aires y otras cosas que nos trae la globalización. Ultimos tiempos es otro término para asustar. Pórtate bien, que viene Dios y te castigará. En este sentido Dios aparece como un malo, un castigador o un dictador.
El problema que los versículos que siguen en Tesalonicenses, sobre el concepto de apostasía, describen a un hombre de pecado –que podríamos contextualizar con el candidato de la derecha en Chile, Piñera-.
Veamos ¿Por qué?
En el versículo 2 se comienza a explicar por qué serán tiempos trabajados o peligrosos:
"Porque habrá hombres amadores de sí mismos". Ellos son idólatras, y el principal fetiche en su idolatría son ellos mismos. Ellos tienen un altar en su corazón donde se inclinan ante su propia figura.
Luego dice: «avaros». En otra versión dice así la frase completa: «Amadores de sí mismos y del dinero». En vez de ‘avaros’ dice ‘y del dinero’. ¿Conoce a alguno de éstos usted? Puede que tengan mucho, pero no se conforman con lo que tienen. Pese a su mucho dinero, no tienen paz, no hallan descanso. El dinero es para ellos un ídolo.
También dice que son vanagloriosos. Vanagloriosos, que buscan el aplauso, que buscan aparecer ante los demás. No aceptan sufrir, les gusta el placer, aman gozar de los deleites del pecado.
«Hombres soberbios», dice luego. Éstos no se inclinan ante nadie. Los soberbios son altivos, orgullosos; son duros. Su corazón es más duro que la piedra, es como el pedernal. Tocarlos a ellos es como tocar un vidrio. Se mantienen siempre muy erguidos aunque la vida los golpee. Pueden estar derrotados, pero siguen siendo soberbios. Pueden estar al borde de la muerte, pero siguen muy erguidos. Esos son los hombres de los postreros días, tanto los vanagloriosos como los soberbios.

see you in hell!!